sábado, 29 de marzo de 2008

SIMPLEMENTE ROBINHO: SU VIDA







Robson de Souza, más conocido como Robinho, es una de las mayores revelaciones del fútbol brasileño de los últimos tiempos. Natural de São Vicente, una ciudad costera ubicada en la región de São Paulo, el chaval fue descubierto a edad temprana. Y temprano fue también su debut en el fútbol profesional. Con apenas 18 años ya se había convertido en la estrella del Santos, equipo con el que conquistó el Campeonato Brasileiro.

Robinho comenzó su vida deportiva jugando a fútbol sala en el club Beira-Mar. La entidad, ya desaparecida, dio lugar a un complejo deportivo que hoy lleva su nombre. Pero fue ahí donde dio los primeros pasos futbolísticos, deleitando a los aficionados y desesperando a los rivales con sus desconcertantes regates. Con nueve años, marcó 73 goles en una sola temporada de fútbol sala. El técnico Roberto Antônio dos Santos, Betinho, se fijó en él en 1994 y lo hizo debutar sobre el césped con el club Associação Atlética dos Portuários. Pero el chaval permaneció ahí poco tiempo, ya que enseguida se incorporó a la cantera del Santos. Ya en aquella época, el ariete se ganó los elogios del propio Pelé, que por aquel entonces estaba al frente de las categorías juveniles del Santos.

Y como siempre, a su lado estaba su fiel compañero Diego. Al principio, Robinho solo era la sombra de su colega. La primera vez que los ojeadores del Santos fueron a ver jugar a los dos jóvenes, fue Diego el que llamó su atención. Pero Robinho fue ganando notoriedad y tras lograr el título del Campeonato Paulista Sub-17 en 2001, ambos fueron ascendidos al primer equipo. Los aficionados del Santos no podían creer su suerte al ver cómo de su amado club surgían simultáneamente dos figuras de semejante calibre.

Finalmente, en 2002 la fama de Robinho traspasó la órbita de su equipo y se convirtió en un ídolo a nivel nacional. En menos de un año, pasó de ser una joven promesa a convertirse en una de las grandes estrellas del fútbol brasileño. Ése mismo año, contribuyó al triunfo del Santos en el Campeonato Brasileiro, y acabó así con la mala racha de la entidad, que no había logrado conquistar el ansiado título en 18 años. En la final contra el Corinthians, el eterno rival, Robinho se coronó. Además de marcar un gol, deleitó a la afición con sus características bicicletas. En 2003, se proclamó con el Santos subcampeón de la Copa Libertadores y al año siguiente volvió a comandar el ataque de su equipo, que conquistó nuevamente el campeonato nacional. El jugador devolvió así la alegría al fútbol brasileño y encandiló a los aficionados de todo el país.

TOMADO DE: http://www.robinhoofficial.com/es/About/Biography.aspx




No hay comentarios: